Los habitantes de Vilcabamba, en Ecuador, viven más de ciento veinte años. Ya pasados los cien, todavía leen sin anteojos, conservan la dentadura completa, la potencia sexual, su cabello no encanece y se jactan de sus aventuras amorosas. Fuman, beben, consumen sustancias más nocivas que la cocaína y participan activamente de las fiestas. LSF *…