En las facultades, los clubes sociales, instituciones y en la calle, cientos de adultos mayores realizaron trabajos de voluntariado tras la inundación que afectó a la ciudad de La Plata (Argentina), ayudando a los vecinos y en muchos casos, a sus propios familiares.
Natalia Muñiz *
“Se resignificaron muchas cosas. Esta desgracia nos sacó muchas diferencias de clase, género, edad. Muchos adultos mayores a quien no se les inundó la casa salieron a ayudar a sus hijos o vecinos”, destacó Adriana Frávega, directora del programa de extensión universitaria “La comunicación y los adultos mayores”, de la Facultad de Periodismo y Comunicación de La Plata.
Frávega destacó que en los cursos destinados a los adultos mayores “se trabajará lo que pasó en la ciudad desde la comunicación, la palabra, según el formato que ellos elijan, sea la radio, la escritura o lo audiovisual. Es un lugar interesante para revivir los lazos de la reconstrucción de la ciudad”.
Por su parte, Silvia Solas, directora del Programa de Educación Permanente para Adultos Mayores (PEPAM), de la Facultad de Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de La Plata, afirmó que “dentro de todo lo malo que pasó” el trabajo intergeneracional entre los alumnos mayores y jóvenes “fue una experiencia gratificante”. Y anunció que se están realizando charlas de reflexión y contención para los alumnos del PEPAM, pero abierto a la comunidad, para “poner en palabras la angustia”.
Relaciones intergeneracionales
Esther Rodríguez es alumna del curso de italiano del PEPAM e integrante del grupo de adultos mayores Raíces que funciona en la Sociedad de Fomento Capital Chica, de Los Hornos. Con orgullo contó que “hubo mucha colaboración de socios y vecinos. Acá clasificábamos la ropa de bebé, niños, jóvenes, hombres, mujeres y los comestibles, y para la limpieza de las casas colaborábamos con lavandina y detergente”.
“La comisión directiva del club, los adultos mayores, los jóvenes, los chicos que practican deportes,
todos trabajamos para el mismo fin”, sostuvo.
Por su parte, Carlos Naón, alumno del curso de audiovisual para adultos mayores de la Facultad de Periodismo, colaboró en el Club Dardo Rocha, en Ringuelet, y con la Cruz Roja en 5 y 523.
Ana Scuro, alumna de los cursos para adultos mayores de la Facultad de Periodismo, también colaboró en el Club Dardo Rocha. “Estuve con alumnos y profesores de la Facultad. Con otro compañero tomábamos los datos de las personas y lo que necesitaban y se armaba una red solidaria. Se buscaba cómo solucionar el problema y se lo comunicábamos a la gente de ANSES, del Ministerio de Desarrollo Social, PAMI, y del Instituto de Previsión Social, que también tenían puestos en el club. Así conseguimos remedios, un nebulizador, entre otras cosas”.
“Había mucho trabajo. Bajábamos las bolsas de ropa de los camiones, mientras otras personas las clasificaban. También se repartieron colchones y comida”, señaló.
* Periodista del Diario Popular, publicado en domingo 28 de abril de 2013.