Natalia Muñiz *
Los resultados de la Encuesta Nacional sobre Calidad de Vida de Adultos Mayores (ENCaViAM) señalan que alrededor del 10% de las personas de 60 años y más presenta dependencia en las actividades básicas de la vida cotidiana: desplazarse por su cuarto o casa, alimentarse, bañarse o vestirse.
De los varones consultados se encuentran en esta situación el 6%; de las mujeres, el 12%. A medida que aumenta la edad, sube el porcentaje.
Asimismo se registra que la dependencia para las actividades básicas está feminizada: ellas duplican a los varones en todos los grupos de edad: a) Entre quienes tienen 60 a 74 años, el 5% tiene dependencia básica. El 3,5% de los varones; el 6% de las mujeres; b) Entre las personas mayores de 75 años: el 21%. El 13% de los varones; el 25% de las mujeres.
Tipo de actividad
Respecto al tipo de actividad para la cual requieren ayuda:
– Subir y bajar escaleras: 8,2%.
– Vestirse, desvestirse, incluyendo atarse los cordones: 4%.
– Bañarse, incluyendo entrar o salir de la ducha o bañera: 4,1%.
– Acostarse o levantarse de la cama: 2,8%.
– Andar de un lado a otro de la casa: 2,1%.
– Comer en un tiempo razonable, incluyendo cortar la comida, llenar los vasos, entre otras situaciones: 1,9%.
– Usar el inodoro o higienizarse: 1,9%.
– Peinarse, lavarse los dientes o lavarse la cara: 1,6%.
¿Quiénes ayudan?
Los datos indican que la tarea de cuidado recae principalmente en el entorno familiar (77,4%). Y en menor medida en:
– Servicio doméstico o personal no especializado: 12%.
– Amiga/o o vecina/o: 5,5%.
– Cuidador/a especializado/a: 3,5%.
– Otros: 1,5%.
También, según sexo y edad de la persona con dependencia básica, se presentan diferencias respecto a quiénes brindan la ayuda:
– Entre quienes tienen 60 a 74 años reciben con mayor preponderancia ayuda del entorno familiar (85,6%) y de los amigos/as y vecinos/as (7%). Mientras que en el 5,7% de los casos esas tareas son realizadas por el servicio doméstico o personal no especializado; en el 1,2%, cuidador/a especializado/a; 0,4%, otros.
– De los varones: el 96% recibe ayuda de familiares; el 3%, de un vecino/a o amigo/a; el 0,8%, del servicio doméstico o personal no especializado; el 0,3% de un cuidador/a especializado/a.
– De las mujeres: el 80,6% recibe ayuda del entorno familiar; el 8,9% de un vecino/a o amigo/a; el 8% del servicio doméstico o personal no especializado; el 1,7% de un cuidador/a especializado/a; el 0,7%, otros.
– En las personas mayores de 75 años aumenta el peso del servicio doméstico (16%); cuidadores/as especializados/as (4,7%); otros (2,1%). Mientras que la ayuda familiar baja al 72,7% y la de los amigos/as y vecinos/as al 4,6%.
– De los varones: el 83% recibe ayuda de familiares; el 4%, de un vecino/a o amigo/a; el 6,5% del servicio doméstico o personal no especializado; el 5% de un cuidador/a especializado/a; el 1,5%, otros.
– De las mujeres: el 69,5%, del entorno familiar; el 4,7% de un vecino/a o amigo/a; el 19% del servicio doméstico o personal no especializado; el 4,6% de un cuidador/a especializado/a; el 2,3%, otros.
La ENCaViAM analiza distintas áreas: autopercepción de la salud, memoria, indicación de medicamentos -temas que ya fueron publicados en distintas notas-, dependencia, entre otros. Fue elaborada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INDEC) con la asistencia de la Dirección Nacional de Políticas para Adultos Mayores (DINAPAM) dependiente del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
El 22% de las personas mayores de 60 años tiene dependencia instrumental: necesita ayuda para la realización de la limpieza del hogar, el lavado de la ropa, la preparación de comidas, la compra de alimentos, salir al exterior de la vivienda, viajar, manejar dinero, administrar los medicamentos.
Respecto a la actividad:
– 12,6% necesita asistencia para hacer las compras.
– 11,7% para hacer tareas del hogar: lavar los platos, tender las camas, barrer, entre otras.
– 11,4% para viajar en transporte público, taxi, remis o auto particular.
– 7,6% para utilizar el teléfono, marcar los números y contestar una llamada.
– 7%, preparar comidas calientes.
– 5,4%, organizar los medicamentos y tomarlos.
– 4,9%, hacer las compras.
Asimismo, la dependencia crece con la edad y hay una mayor presencia femenina.
– Entre quienes tienen 60 a 74 años: el 14% tiene dependencia instrumental. El 11,5% de los varones; el 16% de las mujeres.
– Entre los y las mayores de 75 años: el 41% tiene dependencia instrumental. El 28% de los varones; el 49% de las mujeres.
Respecto de quiénes reciben ayuda:
– Entre quienes tienen 60 a 74 años: el 83% recibe ayuda de la familia; el 3,3%, vecino/a o amigo/a; 13% servicio doméstico o personal no especializado; el 0,4, personal especializado.
– De los varones: el 86,5% tiene ayuda de familiares; el 4%, un amigo/a o vecino/a; el 8%, servicio doméstico o cuidador/a no especializado/a; el 0,7%, personal especializado.
– De las mujeres: el 80,7%, de un familiar; el 3%, de un vecino/a o amigo/a; el 16,2%, del servicio doméstico o personal no especializado; el 0,2%, de un cuidador/a especializado/a.
– Entre los y las mayores de 75 años: el 75% recibe ayuda de un familiar; el 3,7%, de un vecino/a o amigo/a; el 19%, de personal doméstico o no especializado; el 2,4%, de personal especializado.
Personal capacitado y ayuda a la familia
El envejecimiento de la sociedad es el logro de los avances en la medicina, la ciencia, la tecnología, entre otros factores. Datos del INDEC indican que el 14,3% de la población argentina tiene 60 años. Hacia 2040 -en 26 años- representarán el 20,3%.
Si bien la mayoría de las personas envejece con autonomía física, psíquica e intelectual, un porcentaje requiere asistencia para alguna o varias tareas de la vida cotidiana.
La promoción de un envejecimiento activo, la capacitación de cuidadores formales e informales, la asistencia a la familia, la adaptación de los servicios sanitarios y sociales son algunas de las necesidades que se plantean.
Cada vez más profesionales y personal que trabaja con el sector se interesan en temas de Gerontología. Y se observa en la participación y la demanda de nuevos espacios de capacitación, análisis y desarrollo de propuestas a fin que los años ganados se traduzcan en oportunidades para toda la sociedad.
* Natalia Muñiz, periodista de Diario Popular, de Buenos Aires, Argentina, nota publicada en el suplemento Domingo Vida, en 28 de diciembre de 2014.